Buenos Aires, 28 jun (PL) Boca Juniors se quedó con el título de campeón en el fútbol argentino, luego de una temporada de 30 fechas en las que tuvo algunos altibajos, pero pudo mantener la linea de flotación.
Dentro del análisis general de este certamen debe destacarse que Boca fue la selección que más regularidad tuvo, aún cuando por momentos otros equipos mostraron mejor juego.
Esto es lo que pasa en los torneos largos, se corona el equipo que mantiene un rendimiento, e incluso que supera bajones.
En torneos cortos (los de 19 fechas) una racha final de 7 u 8 triunfos consecutivos, podía coronar campeón a un equipo. Con este formato, eso no alcanza. De todas maneras, cabe recordar, ya no habrá campeonatos de 30 fechas, a partir de la próxima temporada.
Boca, no arrancó bien el torneo, en el debut fue derrotado por Lanús y en las 10 primera fechas, dejó 11 puntos en el camino.
Sin embargo, tuvo en esa primera mitad de campeonato a Carlos Tévez, el hombre que no sólo desnivelaba, sino que absorbía todas las presiones, jugando bien o mal.
Tévez fue el estandarte de esa parte del campeonato, coronando la levantada con el triunfo ante River en el Monumental.
Luego «El Apache» fue tentado por una cifra multimillonaria y se fue al fútbol chino.
Boca ya no tuvo a ese jugador para la segunda parte del torneo, y eso se notó. Hubo partidos en que la pelota quemaba.
El bajón más pronunciado ocurrió entre las fechas 20 y 26, donde Boca comenzó a perder altura, con cuatro empates y una derrota dura frente a River en la Bombonera.
Ese fue el momento en que el entrenador, Guillermo Barros Schelotto, decidió hacer cambios profundos en el equipo. Y aquí estuvo una de las claves del título.
Modificó todo el andamiaje defensivo del conjunto, empezando por el mediocampo. La aparición del colombiano Wilmar Barrios como titular, fue determinante.
Barrios le dio al mediocampo, el quite, la solidez y el equilibrio que le faltaba. Esa solidez que no mostraba cuando los tres volantes eran Pablo Pérez, Fernando Gago y Rodrigo Betancour. Tres excelentes futbolistas en lo individual, pero demasiado parecidos, como para estar juntos en la misma zona.
El cemento, por bueno que sea, siempre necesita de la piedra y la arena, para consolidarse. Nunca se hace hormigón con sólo cemento. Lo mismo pasa en el fútbol. Barrios le dio a la mitad de cancha de Boca, ese ingrediente que no tenía.
La defensa cambió en su totalidad. Hasta el partido con River, los defensores eran Gino Peruzzi, Santiago Vergini, Juan Insaurralde y Frank Fabra. Los defensores que terminaron jugando las últimas fechas fueron Leonardo Jara, Fernando Tobio, Lisandro Magallán y Jonathan Silva.
Aquí se demuestra que Guillermo supo leer las carencias de su equipo y cambiar a tiempo. Boca reaccionó en la fecha clave del campeonato. River enfrentaba a San Lorenzo, a quien generalmente vence. Boca a Independiente, que normalmente lo complica.
Si River ganaba, quedaba puntero antes de que Boca jugara su partido. River perdió ante San Lorenzo y Boca venció a Independiente, jugando su mejor partido en la gestión Barros Schelotto. Ahí se definió todo.
Dentro de los grandes argumentos del campeón, se debe destacar el aporte de Darío Benedetto, goleador del certámen, con 21 tantos. River, que luchó el torneo casi hasta el final, clasificó a la Copa Libertadores, certamen que lo tiene como protagonista en la actual edición.
River cierra el campeonato luego de una semana convulsionada por los casos de doping de dos futbolistas (Martínez Quarta y Mayada) presuntamente por el suministro de una medicación vedada.
Con este campeonato, se termina también la posibilidad de ver el fútbol por televisión para una enorme mayoría de la población. En lo sucesivo eso ya no será posible, cosa que también se adelantó en este mismo espacio, cuando llegó el nuevo gobierno.